Veinticuatro horas después de prometer que vengarán la muerte de su líder, Osama bin Laden, ayer comandos de rebeldes del Talibán vinculados con Al Qaeda, varios de ellos suicidas, lanzaron un ataque múltiple contra edificios del gobierno afgano en la ciudad meridional de Kandahar.
El ataque más grave se registró contra la oficina del gobernador regional en la ciudad, que dejó 10 heridos, dijo el portavoz de ese representante político, Zalmai Ayubi.
Algunos miembros del comando terrorista intentaron sin éxito acceder a una comisaría de la policía, pero fueron baleados y algunos detenidos por las fuerzas de seguridad, mientras que el resto de los agresores se atrincheró en un hotel y siguió disparando desde allí.
De manera simultánea, otro grupo rebelde atacó un edificio de los servicios de inteligencia afganos y un complejo policial en las afueras de la ciudad, según la fuente, que precisó que durante la jornada se registraron una decena de explosiones.
El presidente afgano, Hamid Karzai, condenó el asalto y precisó que entre los objetivos atacados hubo también una escuela femenina, otra masculina, una unidad de orden público y un edificio administrativo, según un comunicado difundido por su oficina.
Un miembro del Talibán, Mohamad Yusuf Ahmadi, confirmó que en el ataque múltiple participaron “varios combatientes”, entre ellos “suicidas”, y aseguró que causaron un gran número de víctimas.
Los talibanes argumentaron que EU está equivocado si cree que “la moral y los combatientes del movimiento rebelde se debilitarán” tras la muerte de Bin Laden, y subrayaron que ello “guiará a cientos a tomar el camino del martirio y el sacrificio”.
FUENTE http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=576935
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